Te marchaste al florecer la primavera
llevándote los sueños y las horas.
Transcurre lenta la noche sin su luna
detrás tuyo partieron las estrellas.
El silencio se adueñó de nuestra casa
y este enorme vacío tan urgente
se convierte de pronto en una daga.
Una vieja canción asoma entre las sombras
trayendo de la mano tu silueta.
Y deseo correr y correr y no sé a dónde
cada rincón tiene tu nombre
cada sonido cada aroma, tu mirada.
Parece que jamás arribará el día
parece que el reloj no tiene prisa.
Cantan ya las aves en el cielo
ni un haz de luz traspasa mi ventana.
Parece el tiempo ser un enemigo
era fugaz al estar contigo
y hoy no consigo que se vaya.
Me parece aún oír tus pasos
sentirte respirar a mis espaldas.
Si aún aguardo que me abraces, me protejas
y murmures un te amo entre suspiros
un te amo, como ayer, entre las sábanas.