...sentados a la orilla de un mar de sensaciones nuestras miradas se fundieron, eran una sola...
la cálida brisa y la luna nuestras cómplices, el silencio lo decía todo...
Sin historia ni futuro entre nosotros, sólo este momento...
Sin promesas ni pasado, sin planes ni proyectos compartidos... sólo estos instantes nuestros.
Jamás habrá reproches, ni adioses, ni ausencias, ni penas, ni tristeza...
Sino el recuerdo del sabor dulce de la entrega, un rincón en el alma compartido,
cómplices irresistibles de secretos de amor y sudor... de esa cálida y caliente remembranza de nuestra piel rozando el cielo y los sentidos desbocados, absorbiendo hasta la última gota de placer...
Y cuando el tiempo nos evoque este momento, este encuentro secreto, nos dibujará una pícara sonrisa que el resto del mundo no comprenderá.
la cálida brisa y la luna nuestras cómplices, el silencio lo decía todo...
Sin historia ni futuro entre nosotros, sólo este momento...
Sin promesas ni pasado, sin planes ni proyectos compartidos... sólo estos instantes nuestros.
Jamás habrá reproches, ni adioses, ni ausencias, ni penas, ni tristeza...
Sino el recuerdo del sabor dulce de la entrega, un rincón en el alma compartido,
cómplices irresistibles de secretos de amor y sudor... de esa cálida y caliente remembranza de nuestra piel rozando el cielo y los sentidos desbocados, absorbiendo hasta la última gota de placer...
Y cuando el tiempo nos evoque este momento, este encuentro secreto, nos dibujará una pícara sonrisa que el resto del mundo no comprenderá.
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