Sabor a Cuentos

Sabor a historias de amor, de viajes y suspenso, caballeros, dragones, hadas y princesas...

Tu mecedora en el patio y yo a tu lado, sentada en el pasto con las piernas cruzadas y las manos juntas, los deditos inquietos como esperando un regalo.

Ciertos aromas y colores me evocan el sabor de tu casa...

Tu mano en mi cabeza, el banco de la plaza, un libro ilustrado, tus sábanas blancas con rosas bordadas.

Los paseos por el parque, tu risa relajada, tu paciencia infinita, tu palabra justa, tu abrazo seguro y tu voz pausada.

Cuánto te extraño, cuánto me has dado...

Lo mejor de ti está en mí bien guardado.

Vives en mi alma, junto a la niña del pasado, la que aún sueña despierta, la que aún se asombra.

Acá estoy como ayer, igual que siempre... preguntándote con la mirada.

Vamos... cuéntame otra historia, la necesito tanto.